La explosión de 2.700 toneladas de nitrato de amonio dentro de una bodega en Beirut causó daños severos en las inmediaciones y su impacto se sintió decenas de cuadras más allá.
Al menos 137 personas murieron y cerca de 5.000 resultaron heridas. Imágenes satelitales revelan el alcance de los daños físicos, no solo en el puerto sino en gran parte de una ciudad que estaba habituada a los daños provocados por la guerra.