Andrés Arauz, candidato a la Presidencia de Ecuador en los comicios que se celebraron el domingo, llamó a poner fin a la «persecución política» en el país, tras la victoria conseguida por su contrincante Guillermo Lasso.
«La persecución política debe terminar, debemos tratarnos como adversarios y no como enemigos«, escribió en su cuenta en Twitter.
Asimismo, llamó «a la paz y a la reconciliación sobre la base del respeto absoluto a los derechos humanos».
El domingo, se celebró el balotaje de los comicios presidenciales de Ecuador, entre Arauz, candidato por la coalición de izquierda Unión por la Esperanza (UNES), y Lasso, del movimiento Creando Oportunidades (CREO), en alianza con el Partido Social Cristiano (PSC).
De acuerdo con los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), con 96,58 % de las actas computadas válidas, Lasso se alzó con la victoria al conseguir 52,44 % de los votos; mientras, Arauz obtuvo 47,56 % de los sufragios.
Arauz reconoció la victoria
La misma noche de las elecciones, Arauz reconoció la victoria de su contendiente. «Le felicitaré por el triunfo electoral obtenido el día de hoy», manifestó en una declaración pública y agregó que «este es un traspié electoral; pero, de ninguna manera es una derrota política ni moral».
Minutos más tarde, Lasso confirmó que Arauz lo llamó. «Gracias por ratificar tu compromiso con el fortalecimiento de la democracia en nuestro país», le dijo en respuesta.
‘Lawfare’
El llamado de Arauz se produce luego que en los últimos cuatro años, durante el mandato de Lenín Moreno, muchos funcionarios de la anterior administración, incluyendo al expresidente Rafael Correa, han sido sometidos a procesos judiciales por presuntos casos de corrupción, algo que han calificado como ‘lawfare‘ o judicialización de la política.
Justamente, la noche del domingo, Correa también se pronunció para desearle «suerte» a Lasso y le dijo: «Solo le pido que cese el lawfare, que destruye vidas y familias».
Solo Correa ha dicho que tiene decenas de procesos abiertos en su contra. Por ejemplo, el denominado ‘Caso Sobornos 2012-2016’, por el que tanto el exmandatario como su exvicepresidente Jorge Glas fueron sentenciados a ocho años de cárcel; los magistrados determinaron que «actuaron a través de influjo psíquico para instigar o incitar a otros funcionarios (también implicados) a cometer el delito de cohecho.
Además está el ‘Caso Balda‘, en el que vinculan al expresidente en el presunto secuestro del político ecuatoriano Fernando Balda, ocurrido en agosto de 2012, en Bogotá, Colombia.
Glas, por su parte, también fue sentenciado a seis años de prisión dentro del ‘Caso Odebrecht’, al ser encontrado culpable de «asociación ilícita»; un proceso en el que la Fiscalía se abstuvo de acusar al ejecutivo y delator de Odebrecht, José Conceição dos Santos Filho, a pesar de señalarlo como el hombre que dominaba el esquema de sobornos de esta trama de corrupción.
Otro proceso es el ‘Caso Singue’, por el que en enero pasado se dictó sentencia. En esta oportunidad, fueron dictaminados otros ochos años de prisión para Glas, así como para el exministro de Recursos Naturales No Renovables Wilson Pastor; el exgerente de Refinación de Petroecuador y extitular de la cartera de Hidrocarburos Carlos Pareja Yanuzzelli; y para el empresario César Guerra. Otras tres personas recibieron cuatro años de cárcel.
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